Iglesia Corpus Christi - Madrid

Iglesia del Convento de clausura de las Carboneras. Del S.XVII, conserva un cuadro de la Última Cena de Carducho en el altar.
Su nombre oficial es convento de las Carboneras del Corpus Christi, pertenecece a la orden de las madres jerónimas, y toma su nombre popular de un legendario cuadro de la Inmaculada que fue encontrado en una carbonera y donado al convento.
A los pies de la nave, una talla magnífica de un Cristo Yacente.
Por encima de su camarín, en el piso superior, detrás de una celosía se puede entrever a determinadas horas a alguna de las monjitas orando.
Podéis probar su maestría haciendo dulces llamando al portal de la derecha de la entrada a la Iglesia, respetando su horario claro!

La iglesia del Corpus Christi, pertenece al convento de religiosas jerónimas, llamadas "Las Carboneras" por un cuadro de la Inmaculada encontrado en una carbonería. Cuenta la historia, que unos muchachos jugaban con el lienzo que el padre de uno de ellos les había dado. Dicho señor tenía una carbonería donde encontró el lienzo entre el carbón y antes de tirarlo, se lo entregó a su hijo para que jugara con él. Un franciscano que pasaba por allí, vio el lienzo con el que jugaban los chicos y se lo compró por unos reales. El franciscano, fray José de Canalejas, llevó el cuadro al convento más cercano que estaba por allí, siendo nuestro convento del Corpus Cristi de religiosas Jerónimas las encargadas de custodiar el cuadro desde entonces. Desde ese día, el convento se conoce como "Las Carboneras".
El convento fue fundado por una descendiente de Beatriz Galindo "La Latina", era Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar, que conseguía el 8 de septiembre de 1607 fundar el nuevo convento, y aunque vivió en el mismo, murió sin poder profesar. Pronto trajo a las primeras religiosas, que junto a su hermana y su hija, doña Juana Ramírez de Saavedra, formaron una comunidad pronto acreditada por su rigurosa vida y notables virtudes.
El arquitecto del edificio fue Miguel de Soria, el que estaría satisfecho si viera que más de cuatrocientos años después, su edificación sigue intacta desde el día de su inauguración, siendo de los poquitos edificios que existen hoy en Madrid, que se mantienen como el primer día.
Desde fuera, nadie pudiera saber que se trata de un monasterio, ya que no hay nada que indique lo contrario, ni torres, ni campanarios, ni cruces, ni atrios, solo un pequeño detalle en la puerta, una portada barroca con un relieve sobre el dintel, que representa a San Jerónimo y Santa Paula adorando al Santísimo Sacramento y rematado por una cruz, obra de la escuela de los Leoni. Ese es el único guiño religioso que ornamenta toda la fachada.

De casualidad paseando por la zona he encontrado el Monasterio también llamado Las Carboneras por un cuadro de la Inmaculada encontrado en una carboneria, pues ha sido una grata sorpresa. Es una Iglesia austera pero bonita. Yo no sabía que en éste Monasterio viven monjas pero voy a volver e intentar comprar sus dulces y os contaré la experiencia. Hay una puerta que queda a la derecha de la principal y donde hay un "torno" que es donde venden sus dulces. También tienen un nacimiento muy bonito de estilo napolitano.