Catedral Muralla Romana de Tarragona

Muralla romana muy bien conservada, tiene un agradable paseo en el que se pueden ir observando los diferentes tramos con un recorrido ajardinado. Se puede realizar fácilmente con niños. La entrada es de 5€ para adultos y gratuita para niños menores de 12 años, se puede optar por la combinada por 15€ y ver diferentes monumentos. Cuenta con código QR para oír la audioguía gratuita.

Es un sitio precioso, super bien conservado, vale la pena verlo y está muy bien explicado con la audioguia que puedes conseguir con el código QR. El sitio es muy bonito y los encargados del lugar son majísimos. Además hay WC q es una cosa importante por si acaso en el paseo lo necesitas. Lo único es que no está adaptado para personas con diversidad funcional, pero es comprensible dado a la antigüedad del lugar, por lo que no se pueden poner cosas o máquinas que lo estropeen o lo desgasten.

La muralla de Tarragona es una de las construcciones romanas más antiguas que, actualmente, se conservan en la península Ibérica.
Su construcción data de principios del siglo II a.C., tras la finalización de la Segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago. De la antigua muralla hoy solo queda una cuarta parte, alrededor de un kilómetro de longitud que circunda una parte del casco viejo de la ciudad.
En el siglo XVIII, como consecuencia de la Guerra de Sucesión, se construyó una contramuralla reforzada con bastiones y fortines con el fin de defender la ciudad de los ataques de la artillería.
Hay un paseo que transita entre estas dos murallas, la romana y la moderna, rodeado de un agradable jardín.
Actualmente quedan tres torres defensivas, de aspecto medieval aunque sus cimientos son de época romana.
Al poco de entrar nos encontramos con la primera de las torres, la del Arzobispo y justo enfrente vemos una estatua en bronce del primer emperador de Roma, Octavio Augusto, regalo del gobierno italiano en el año 1934.
Más adelante está la torre de Cabiscol y junto a ella una escultura en bronce de la loba capitolina amamantando a Rómulo y Remo, un regalo de la ciudad de Roma.
Al final del recorrido está la torre de Minerva, donde hay una antigua inscripción en latín dedicada a la diosa Minerva, que está considerada como la más antigua de la península Ibérica. Aquí se llega al final del paseo Arqueológico, aunque fuera de este paseo aún se puede ver una parte de la antigua muralla romana.
A lo largo del paseo hay una serie de cañones que son originales del siglo XVIII, dispuestos a lo largo de la contramuralla.
La entrada general cuesta 3,30 euros/pax. Sin embargo hay una entrada conjunta con un coste de 7,40 euros/pax que incluye, además de la Muralla, el Anfiteatro, el Foro de la Colonia y el Circo romano. No admiten el pago en efectivo, solo se puede pagar con tarjeta. Con la entrada te facilitan una audioguía en varios idiomas a través de un QR en el móvil. Los lunes está cerrado al público.
Un paseo muy bonito al aire libre mientras caminas al lado de una construcción con más de 2000 años de antigüedad.